martes, 25 de mayo de 2010

DE GRECIA A ESPAÑA

Es generalmente aceptado, que la diferencia de latitudes repercute proporcionalmente sobre la capacidad de tomar conciencia de determinados acontecimientos. Ocurre así en el caso de Grecia, existen dificultades para entender la realidad de ese país y el motivo de su comparación con España.

Las imágenes que vemos a diario en los medios de comunicación nos hacen pensar que estamos años luz del país heleno. Que los enfrentamientos urbanos, las huelgas generales y la frustración de la población se deben al incremento de necesidades que sufre el ciudadano de a pie. Pero la realidad es matizable, los griegos no han salido a la calle por necesidades alimenticias, por tener un nivel de paro desorbitado (9%), por la falta de derechos laborales u otras ideas revolucionarias. Su enfado engloba el desengaño con los políticos, por las promesas incumplidas, por las medidas que se ven obligados a tomar ahora por la falta de conciencia presupuestaria del pasado.

La situación económica en el país de la cultura clásica se caracteriza por una elevada deuda pública (115,1% del PIB), sus dirigentes durante años han incrementado el gasto público y han falsificado los datos ante la UE. Ha ocurrido en los gobiernos de derechas y en los de izquierda que recuperaron el poder en Octubre del 2009. Taparon todas las deficiencias productivas y competitivas a través del gasto, algo que nos da las primeras pistas del por qué la comparación con España.

La deuda griega esta por los suelos y existe la posibilidad de no devolución sino se da la ayuda europea, pero como cualquier acreedor es necesario que se aporten algunas garantías. Hay economistas que creen que la ayuda a la financiación puede potenciar de nuevo el incremento del gasto público pero también parece razonable interpretar que no ayudar podría provocar que no se tomen planes de ajuste lo suficientemente severos, lo que arrastraría a muchos socios de la Unión.

La influencia del mal estado de las arcas griegas arrollaría a otros países dado que esa deuda pública fue comprada por muchas naciones vecinas. Se perdería confianza en el euro en los mercados internacionales, elevado numero de bancos extranjeros que operan en ese país además de diversas empresas privadas se verían seriamente afectadas por las necesidades gubernamentales de Grecia. Aquí aparecen los primeros nombres propios, Portugal y España poseen un elevado número de bonos helenos, los dos principales bancos alemanes tienen un peso importante en el sistema financiero de Grecia y la transmisión de la desconfianza hacia los países de la zona euro sería inmediata. Hemos tenido ejemplos claros en los movimientos volátiles de la bolsa española en los últimos 15 días.

Grecia es evidentemente la cúspide de la crisis económica, pero ¿en que escalón se encuentra España? Existen diferencias de peso para pensar que nos encontramos mejor que ellos, nuestro PIB es más elevado, también nuestra superficie y población es mayor (mayores ingresos públicos 34,7% aunque hayan bajado 7 puntos en 2 años y medio), y sobre todo nuestro punto de partida era mejor. Sin embargo muchos analistas han seguido la recomendación del refrán:

“CUANDO LAS BARBAS DE TU VECINO VEAS CORTAR PON LAS TUYAS A REMOJAR”

Se basan en determinadas cuestiones de semejanzas entre ambos países. En primer lugar la continua perdida de competitividad y productividad en los mercados internacionales, la menor pero elevada deuda publica española (53,2%), la cercana proporción de déficit presupuestario, en Grecia es del 13,6% y en España del 11,2%, el famoso elevado nivel de desempleo 20% (45% en algunas franjas de la población), la rebaja de la valoración de la deuda pública española (a 6 meses ya se paga al doble que hace un año).

Por lo que parece evidente pensar que, aun lejanas las comparaciones entre ambos países mediterráneos, junto a Portugal e Irlanda, siguen caminos similares.

Ya no es tan fuerte nuestro sistema financiero (recuerda la situación de las Cajas) ya aparecen los recortes públicos (forzados por potencias extranjeras), la bolsa sufre variaciones del 5 % diaria, esto es impensable en los "parqés" internacionales, por lo que es necesario realizar medidas sangrantes dado el retraso en la toma de decisiones y la imprevisibilidad de planes y proyectos.

De manera que podemos concluir pensando que el itinerario recorrido por Grecia, aunque mucho más avanzado, se asienta en postulados similares a los elegidos hasta la semana pasada por España.


Perdonen el retraso. Gracias a los que continúan participando.